domingo, 18 de diciembre de 2011

Todavía recuerdo esa tarde...

   Fue una tarde un tanto extraña, ¿cómo decirlo? Una de esas tardes en las que crees que nada va a pasar pero siempre termina pasando algo. Recuerdo que era el mes de marzo, a mediados de mes. Quedamos para hablar porque no querías que nada de lo que habíamos vivido se fuera. Yo estaba sentada en un banco, sin saber que decir, y tú... tú estabas de pies; esperando el momento. Decidiste sentarte y empezaste a hablarme. Yo no sabía que decir, nada más que un simple no se. En esos minutos quería que el mundo me comiera, no podía aguantar más ver lo mal que lo estabas pasando. Ahora solo quiero saber si hice bien o si hice mal. Solamente saber si sigues haciendo lo que me dijiste, esas once simples palabras: Te esperaré el tiempo que haga falta, yo te sigo queriendo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario