Bilbao. Sábado 17 de marzo de 2012. Día lluvioso.
Y yo no tengo nada mejor que
hacer que quedar con una persona con la que casi me veo a ir a dar una vuelta
por Bilbao. A partir de ese día me di cuenta de que si no estaba a mi lado nada
era igual, se convirtió en una de las personas más importantes de mi vida.

Junto a él he pasado momento
maravillosos, nos llevamos tan bien que la gente llego a pensar que nos
gustábamos o que estábamos juntos. Pero no teníamos nada mejor que hacer que
dejar a las personas con sus pensamientos, al fin y al cabo todos somos libres
y tenemos diferentes formas de ver las cosas.
No nos afectaba, seguíamos con
nuestra vida, a partir de ese fin de semana se vino a la cuadrilla; y eso nos unió
más. Nos unió tanto que hizo que yo le saludara y me despidiera con un abrazo o
con un beso. Y eso es muy raro en mí.
Todo lo que le tengo que decir
se lo digo a el, y mido las palabras para no hacerle daño. No me lo perdonaría jamás.
Pienso en el futuro y tengo miedo, miedo porque sé que un día todo esto
acabara. Y no, no quiero. No quiero que acabe porque si no nada volvería a ser
como antes.
Solo dos personas son capaces
de hacerme reír hasta en los momentos más tristes, y él es uno de ellos. Por
eso lo adoro. No quise ir lanzada y equivocarme, no me despedí con un “te
quiero” hasta que de verdad lo sentí. No tengo mucho más que decir, hoy me
espera una gran tarde y me da igual que sea domingo; la voy a disfrutar junto a
él.
Elemental 17<3